🤖 La IA quería el Puesto de Pedro... y terminó siendo su Asistente

Cuando Pedro me llamó, no era el profesional seguro que es hoy. Pero tampoco era un principiante. Era un líder en pausa. Tenía el talento, la experiencia y el reconocimiento, pero no tenía claridad, ni dirección, ni herramientas actualizadas. Y lo peor, estaba paralizado por un miedo muy real:

“Víctor… creo que me van a reemplazar con inteligencia artificial.”

No era paranoia. Era realidad.

Pedro era Director del Área de Marketing y la empresa había empezado a automatizar procesos. Reportes, planeación, estrategia, redacción, edición, análisis de datos, automatización con IA…

Pedro —como miles— estaba viendo cómo su rol se diluía ante una IA que no dormía, no dudaba y nunca se cansaba.

La IA no quería solo su trabajo operativo, quería su silla en la junta y su lugar en la estructura... Y Pedro lo sabía.

La conclusión de Pedro era: Él ya estaba obsoleto.

¿La mía? Pedro solo estaba distraído.

El verdadero problema nunca fue la IA

El verdadero problema en Pedro (no de Pedro) era que nadie lo había entrenado para liderar con IA. Lo habían capacitado para ser excelente en su campo, pero no para rediseñarse cuando el campo cambiara.

Y eso es exactamente lo que hicimos juntos y eso es lo que te voy a contar ahora.

Yo no lo salvé dándole respuestas. Solo le hice las preguntas correctas

Tampoco vine a tranquilizarlo, sino a provocarlo. Nunca le dije que todo iba a estar bien, porque no soy un motivador de los que echan porras, sino un coach que cuestiona y retroalimenta.

Pedro no necesitaba salvación ni consejos. Necesitaba preguntas. Necesitaba alguien que le ayudara a recordar quién era cuando el mundo parecía moverse sin él.

Pedro necesitaba enfocarse en la solución, en lugar de seguir distraído en el problema.

Necesitaba confrontar el miedo sin anestesia y empezar a tomar decisiones. Eso es lo que hicimos desde la primera sesión:

• ¿Qué parte de esto sí puedes controlar, Pedro?

• ¿Qué estás dejando de ver por enfocarte en la amenaza?

• ¿Quieres sobrevivir… o quieres evolucionar?

• ¿Vas a defender tu puesto… o vas a rediseñar tu rol?

• ¿Qué parte de tu trabajo es verdaderamente humana?

• ¿Qué valor aportas que la IA jamás podrá ofrecer?

• ¿Qué podrías lograr si la IA no fuera tu competencia, sino tu herramienta?

• ¿Estás dispuesto a evolucionar como líder?

• ¿Estás dispuesto a rediseñarte?

Esa última fue la más difícil. Porque rediseñarse no es aprender a usar ChatGPT. Es aprender a pensar distinto. A sentir distinto. A comunicar distinto. A actuar distinto. A liderar distinto... ¡A vivir distinto!

Pedro no necesitaba defender su lugar. Necesitaba reinventarse para volver a merecerlo. Y eso fue lo que hicimos.

Poco a poco Pedro dejó de ver a la IA como un enemigo y comenzó a verla como una herramienta. Pero no porque yo se lo dijera, sino porque él lo descubrió mientras caminábamos juntos.

Pasó de empleado vulnerable… a estratega invencible

Trabajamos juntos. Sin excusas. Sin rodeos. Sin motivaciones efímeras. Con la realidad de frente y mirándola a los ojos.

Cada semana, en cada sesión, ayudé a Pedro a desarmar creencias viejas y diseñar capacidades nuevas. No fue magia. Fue método. Pedro diseñó un nuevo rol para sí mismo. Uno que ninguna IA podía ocupar:

• Aprendió herramientas como ChatGPT, Midjourney, Notion AI y 6 más. Pero no como usuario, sino como diseñador de procesos.

• Multiplicó su productividad reestructurando su agenda con IA, automatizando procesos y delegando lo repetitivo.

• Se convirtió en el intérprete perfecto entre humanos e IA. Y en el nuevo líder que su organización necesitaba.

• Se enfocó en lo que la máquina no puede: pensar, decidir, conectar, guiar, liderar.

• Y sobre todo: empezó a pensar como un líder del futuro deseoso de lo que viene.

¿La clave?

Dejó de temerle a la IA y le asigno parte del trabajo, pero nunca le cedió el liderazgo.

Pedro fue quien se transformó

Cada paso lo daba él. Yo solo iba detrás, cuidando que no retrocediera por miedo, ni se estancara por comodidad.

Poco a poco, Pedro dejó de pelear con la IA y empezó a diseñar con ella. No la venció ni le temió... La dirigió y... la domó.

Un día, Pedro sonrió y me dijo una frase que me marcó y por eso la usé como base para el título de este artículo... y del anterior:

“Víctor, esa IA que iba a quitarme el puesto... hoy es mi asistente.”

Y así llegó el día que Pedro no imaginaba…

Me llamó emocionado a las 11 de la noche (sí, mis clientes me pueden llamar hasta en la madrugada, si lo necesitan) y me dijo:

“Víctor… ¡Me acaban de promover!”

Su jefe había sido desplazado por una reestructura basada en IA. Y Pedro fue elegido para liderar el nuevo modelo. ¿Por qué?

Porque Pedro ahora no solo entendía la IA: la dirigía. Porque Pedro no solo se adaptó: rediseñó el juego.

Y ese día (más bien noche) no celebramos su ascenso... celebramos su transformación.

Porque Pedro no fue promovido por defender lo que sabía, sino por aprender lo que nadie le había enseñado: liderar con IA sin perder su lugar humano.

¡Yo solo fui su coach!

Cuando ese momento de brillar llegó para Pedro, yo me hice a un lado. Porque ese no era mi lugar. El protagonismo no era mío. Mi trabajo solo era estar ahí cuando todo temblaba. Cuando Pedro aún no confiaba en Pedro.

Sí... Yo lo guié, lo reté y le di contención cuando dudaba, pero fue él quien enfrentó su sombra.

Pedro fue quien hizo el trabajo duro:

• 🎯 Dejar de jugar a no perder y jugar para ganar.

• 🌪️ Enfrentar su miedo y aprender a seguir con él.

• 📚 Aprender lo que nunca le enseñaron.

• 🧠 Redefinir su mentalidad, no solo su rol.

• 🏖️ Sacrificar fines de semana para entrenarse.

¡Y por eso Pedro merecía la gloria, no yo!

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🫸 Pausa para explicación necesaria 🫷

Cuando entreno coaches, trabajo mucho en que aprendan a controlar la necesidad de aplauso y reconocimiento por los logros de sus coachees (clientes). Y esto es porque si nos adueñamos de sus logros, también nos estamos robando su poder. El coach profesional no busca protagonismo, sino empoderar al otro para que se vea —y se crea— capaz por sí mismo.

Ningún coach es héroe. Solo somos espejos. No damos respuestas ni soluciones específicas. Hacemos y enseñamos a hacerse preguntas poderosas. Incluso facilitamos la toma de decisiones incómodas cuando el resto solo aplaude la inercia.

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La Paradoja: Hoy Pedro lidera a la IA que un día temió

Hoy Pedro sigue siendo líder... pero de primera división.

ALGO MUY IMPORTANTE: Pedro no es técnico. No es programador. No es ingeniero. Solo es un líder que aprendió a pensar con inteligencia humana y a apoyarse en la artificial.

Hoy Pedro no solo usa IA como asistente, también la entrena, la delega y la ha convertido en parte de su estrategia.

Hoy usa la IA como aliada para tomar decisiones más informadas, rápidas y profundas, para multiplicar el rendimiento de su equipo y liberar tiempo para enfocarse en lo que de verdad importa para él, que es acompañar a su equipo con algo que ningún algoritmo puede replicar: empatía, criterio, visión y conciencia de impacto.

Y lo mejor: ahora capacita a su equipo para que la domine también. Porque como él mismo dice:

“La IA no es el cerebro... quien piensa somos nosotros.”

🫵 Si acaso estás en esa encrucijada como Pedro lo estuvo…

• Si sientes que el futuro te pisa los talones…

• Si sientes que podrías ser reemplazado…

• Si sientes que estás perdiendo el ritmo...

• Si ves que te están dejando fuera de decisiones clave...

• Si la IA ya participa más que tú en procesos estratégicos...

• Si no sabes cómo adaptarte, reinventarte o rediseñar tu rol…

• Si tu equipo te mira esperando dirección y tú estás esperando no perder el control...

• Si te preguntas si aún estás a tiempo...

Entonces te comparto lo que le dije a Pedro el día que me llamó:

"Estás justo a tiempo. Pero no para adaptarte, sino para rediseñarte."

Pero ya no puedes darte el lujo de seguir igual.

Tienes que tomar acción como lo hizo Pedro. Y como lo hacen los líderes a quienes acompaño en sus procesos.

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Soy Víctor Hugo Narváez y he tenido la fortuna de formar a más de 3,000 profesionales en reinvención estratégica con IA aplicada.

Trabajo con empresarios, C-Suite, directores, coaches, consultores, mentores y profesionistas que no quieren ser arrastrados por el cambio… Sino liderarlo.

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Te acompañaré desde el caos hasta la claridad. Desde el “me van a reemplazar” hasta el “yo soy quien lidera el cambio”.

Te acompaño desde la duda… hasta la reinvención.